La primera parte: “Wall Street” de 1987. Dirigida por Oliver Stone actuada por Michael Douglas y Charlie Sheen se ha convertido en una película de culto. Le valió un Oscar a Douglas. Realmente una de mis películas favoritas.
Quizás por este antecedente, esperaba con ansia la segunda parte, misma que se pospuso su estreno casi medio año. Ahora el tema daba para más: la crisis del 2008, se tenía todo para hacer una gran película. Pero, aún con todo a su favor, desperdiciaron esta oportunidad.
El protagonista Jacob Moore (Shia LaBeouf) es el peor trader, lo único que hace es perder dinero. Con sus sueños por un mundo mejor, junto con su novia Winnie (Carey Mulligan), “invierten” todo en un proyecto de energía por fusión. (100 millones de dólares). Winnie hija de Gordon Gekko. Un Gekkon totalmente desteñido y descafeinado, con decirles que tiene sentimientos.
Usan toda la “jerga” (lenguaje de Wall Street) y dan su versión del crack, todo es muy rápido y no muy explícito, los tiempos son correctos y hay muchos hechos reales, pero no es fácil descifrar si Bretton James representa el CEO de Bank of America, Goldmand Sachs o JPMorgan Chase. Tampoco si Lewis Zabel representa Lehman Brothers o Bear Stearns. La sopa de letras es impresionante y dudo que el inversionista promedio sepa lo que es un CDS (Credit defaul swap). Y todo para nada, la gente que no sabe de mercados financieros me han dicho que no entendieron nada de la parte financiera. Por otro lado los que si conocen de mercados saben mucho más de lo que la película expone.
Un crítico pregunta: ¿Quién en Wall Street rompe una pintura de millones de dólares (un Goya) por más enojado que esté? (Bretton James lo hace y se ve desde el tráiler). Hay mucha exageración de los hechos, para nada. Hasta la “carrera” en las Ducati’s es insípida.
La trama es sonsa, idealista y moralizadora!!! –lo último que esperaba yo ver, consejos de ética- y un final por demás patético –quizás al nivel del Código Da Vincy, IMAGÍNENSE-.
En resumen es una pésima película rosa, sobre el mundo financiero aporta poco o nada y da consejos de moral. Es una película de amor, luz y esperanza; para eso mejor leo “The Secret” de Rhonda Byrne.
Las dos películas nos dejan la gran máxima: "Greed is good".
Las dos películas nos dejan la gran máxima: "Greed is good".
Ahora no queda más que esperar la película “Inside Job” (http://www.sonyclassics.com/insidejob/) al parecer será mucho mejor. Pero todavía no tiene fecha de estreno en Estados Unidos, así que a esperar.
Quizás como crítico de cine yo sea peor que como trader, pero en fin, espero les sirva para ahorrarse un boleto de cine o bien para no generase grandes expectativas.
Wall Street Money never sleeps
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